Carlo Petrini: “Si no hay regreso a la tierra, no hay futuro”. Masiva afluencia de público en la conferencia que dio en Palma el fundador de Slow Food
Museo Es Baluard (Palma) | 22/10/2011
De la mano de Slow Food Illes Balears, todos los sentidos se dieron cita el viernes 21 de Octubre por la noche en el Museu Es Baluard. La Sala Aljub fue el escenario escogido para la conferencia de Carlo Petrini, el fundador y presidente de este movimiento ecogastronómico internacional, dentro del marco de la presentación “slow food: sentir, observar i tastar”.
El éxito de la convocatoria fue rotundo, superándose con creces las expectativas de la organización: unas 600 personas se acercaron a Es Baluard para asistir a la conferencia del fundador de Slow Food. Sin embargo, replicas relojes aaa+++ y por cuestiones de aforo, únicamente 450 pudieron acceder al espacio reservado para la conferencia.
Este gran comunicador, padre de la ecogastronomía, calificó el actual sistema alimentario de “criminal y no sostenible” y absolutamente necesitado de “cambios profundos”. En efecto, la agricultura industrial es la causante del agotamiento de los recursos como el agua, de la infertilidad del suelo y de la perdida de biodiversidad. En los ultimos 110 años se ha perdido el 70% de la biodiversidad alimentaria global. Petrini explicó que la paradoja de este sistema es que millones de personas están desnutridas mientras que millones padecen de obesidad. En Europa, por ejemplo el 16% de la población adulta padece esta enfermedad. Además “el 40% de la comida producida acaba en la basura. En un país como Italia se tiran 4 toneladas y media al día. Una auténtica locura” apuntó.
Destacó especialmente que la comida ha perdido su valor, y que ha pasado a considerarse una mercancía sin valor, con un precio muy bajo y una remuneración al productor injusta. “No es lo mismo precio que valor”. Después de describir el panorama actual, presentó propuestas y acciones para el cambio, insistiendo en el hecho de que la crisis actual no es una crisis cíclica sino una crisis entrópica y que la salida de la misma conlleva necesariamente un cambio de paradigma. Este cambio es el “retorno a la tierra y a la economía primaria para regenerar nuestra relación con la naturaleza, potenciar nuestra felicidad y sociabilidad”. Si no hay regreso a la tierra, no hay futuro” dijo. En este contexto, el componente local de la economía y de la agricultura es esencial y aparece una nueva categoría alimentaria “los alimentos, buenos, limpios y justos”.
Para acabar, señaló que el cambio es posible aquí en Baleares. Y que se debe aprovechar la demanda de alimento generada por la afluencia de turistas para colocar las producciones internas. En su opinión, es necesaria una gran alianza con hoteleros y restauradores para que compren productos locales vinyl wraps .
La proyección de imágenes de cuatro años de labor de Slow Food Illes Balears, dio buena muestra de los proyectos y los logros que esta organización ha llevado a cabo en nuestras islas desde su fundación en el año 2007.
Al finalizar la conferencia tuvo lugar una degustación de productos locales, de temporada, ecológicos, artesanales y directamente de nuestros payeses. Algunos de ellos, como el pà moreno de blat xeixa, el peix sec de Formentera, el formatge de ovella roja mallorquina y el de vaca menorquina, son productos avalados por el “Arca del Gusto” de Slow Food. Se trata de un catálogo en el que solo replicas relojes suizos pueden inscribirse productos de una calidad gustativa excepcional, vinculados a un área geográfica específica y producidos de forma artesanal, a pequeña escala, con métodos sostenibles y condiciones de trabajo justas. Los productos deben estar además en peligro de extinción. También se degustaron productos estandartes de nuestro patrimonio gastronómico como las coques amb verdura, la ensaimada de matançes, ametlles torrades, pa amb oli, galletas marineres de blat de xeixa y la sobrassada de porc negre amb pebre bord de tap de cortí. Estos deliciosos productos, “buenos, limpios y justos” fueron acompañados por distintos vinos ecológicos de tres bodegas mallorquinas: Jaume de Puntiró, Can Majoral y Toni Gelabert.